En medio del debate que tiene desde hace meses enfrascados a todos los partidos políticos bercianos, en lo que han dado en llamar indistintamente como, "el auténtico motor de futuro" ó, también, "la mejor oportunidad de desarrollo económico de la 'región' por su salida directa al mar Cantábrico". A todos los políticos les gusta utilizar como estrategia electoral el uso de infraestructuras como 'vía de desarrollo' y el gran atractivo que representa como ardid para conseguir votos. Hablan de 'aves' y autovías con escandalosa facilidad, sólo con la vista puesta en las urnas desde las que instalarse o perpetuarse en el poder.
España ocupa el primer lugar en la Unión Europea en la construcción de grandes infraestructuras, dato no tenido en cuenta por los políticos, ya que continuamente amenazan con la construcción de alguna nueva sin reparar den ningún modo, sobretodo ahora inmersos en plena crisis económica, en potenciar el ferrocarril o otros medios de transporte colectivos. Como siempre la parte más perjudicada es la callada y sensible naturaleza, a la que poco a poco, y con grandes y estúpidas obras faraónicas estamos destruyendo, con la correspondiente pérdida de calidad de vida, valores de biodiversidad y paisajísticos.
Esta nueva acción conservacionista en favor de los valores mediambientales de la cordillera Cantábrica, llevada a cabo WWF y SEO/BirdLife, traerá como consecuencia las respuestas enardecidas de los partidos provincianos, más preocupados en prometer asfalto que en defender los fabulosos paisajes del Alto Sil, Laciana y Babia, por un lado, e Ibias, Degaña y Fuentes del Narcea y Muniellos en la parte asturiana. Afortunadamente, y en este caso concreto, desde Asturias se habla más de 'vía verde', ahora es más correcto políticamente que 'vía rápida', descartando, parece ser, la opción autovía. La polémica está servida.
Las organizaciones han enviado una carta al Ministro de Fomento explicando los graves problemas ambientales que entrañaría la construcción de una vía de alta capacidad cruzando tres espacios protegidos de enorme valor ecológico. La zona ha sido declarada Parque Natural, Reserva de la Biosfera y se encuentra dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea.
Según el Gobierno asturiano se va a incluir en la revisión del PEIT (Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte) el proyecto de una autovía que discurre a través del eje La Espina (Asturias) – Ponferrada (León). Esta carretera atraviesa diversos espacios protegidos de gran importancia ambiental como el ‘Alto Sil’ o las ‘Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias’. Por esta razón, WWF y SEO/BirdLife han escrito al ministro de Fomento, José Blanco, analizando los graves problemas que podría ocasionar esta nueva infraestructura.
La inquietud acerca del proyecto no sólo se debe a su impacto sobre el entorno, sino también al hecho de que dentro de estos espacios naturales habitan las poblaciones de oso pardo y urogallo cantábrico más abundantes de la Península, dos especies emblemáticas y muy amenazadas.
En la evaluación ambiental realizada sobre la zona asturiana del eje La Espina-Ponferrada, bajo el nombre de ‘Vía Rápida Suroccidental’, quedó patente el grave impacto que esta carretera tendría sobre el urogallo cantábrico, al afectar a numerosos cantaderos de este ave, unas áreas críticas para su reproducción.
En el mismo sentido, la construcción podría perjudicar gravemente a la población occidental de oso pardo en la Cordillera Cantábrica, especie que está mostrando en los últimos años esperanzadores signos de recuperación.
Por otra parte, el Alto Sil es una zona de gran valor natural que actualmente se encuentra con numerosos problemas ambientales, principalmente ocasionados por la minería a cielo abierto.
WWF y SEO/BirdLife recuerdan al Gobierno que este tipo de agresiones a espacios y especies altamente amenazados, incluidos dentro de la Red Natura 2000, conllevaría serias dificultades para cumplir con la normativa europea de protección de la naturaleza.
Según las organizaciones, la creación de esta autovía sería, sin duda alguna, la obra con mayor impacto ambiental de las realizadas en las últimas décadas en toda la Cordillera Cantábrica.
WWF y SEO/BirdLife están de acuerdo en que dada la alta sensibilidad en la zona, serían necesarias algunas actuaciones encaminadas a mejorar la carretera actual de modo que resulte más segura para los conductores y con menos impacto para el oso pardo.
Según Luis Suárez, Responsable del Programa de Biodiversidad Terrestre de WWF: “Estamos en un momento crucial con la revisión del PEIT para conseguir que la política de infraestructuras del Estado se adecue mejor a la lucha contra el cambio climático y la conservación de la Biodiversidad. Sin embargo, en los últimos meses el Ministerio de Fomento ha prometido a algunas comunidades autónomas varias infraestructuras que transcurren por espacios protegidos, siendo La Espina- Ponferrada una de las que tendrán mayor impacto”.
Juan Carlos Atienza, Director del Departamento de Conservación de SEO/BirdLife indica: “Es necesario que el Estado tenga en cuenta la conservación de la naturaleza a la hora de definir su política de transportes, máxime cuando el 2010 es el año mundial de la Biodiversidad ”, y concluye: “La política de transportes debe ser el resultado de una auténtica planificación que tenga en cuenta todos los factores incluidos en el medio ambiente y no la suma de promesas realizadas por un ministro. Las urgencias para llevar a cabo el gasto público no deben suponer una pérdida irreversible de nuestro patrimonio natural”.
1 comentarios:
Sobre la autopista de La Espina a Ponferrada
José Manuel Lago Méndez
En torno al debate sobre la autopista La Espina-Ponferrada me gustaría plantear brevemente algunas cuestiones que creo que no están siendo suficientemente analizadas.
Por una parte, hay que decir que el coste del kilómetro de autopista en Asturias ronda los 10 millones de euros; por lo tanto, construir los 72 kilómetros de autopista que transcurrirían por territorio asturiano desde La Espina hasta su límite con la provincia de León costarían 720 millones de euros (120.000 millones de pesetas). Por otro lado, también debemos tener en cuenta que el Plan Nacional Estratégico de Infraestructuras del Transporte (PEIT) sólo recomienda la construcción de autovías y autopistas en aquellas vías de comunicación que superen los diez mil vehículos por día de tráfico. Entre Cangas del Narcea y Ponferrada no se alcanzan los mil vehículos por día.
Por otra parte, Sadei (organismo público dependiente del Principado de Asturias) establece el coste medio de crear un puesto de trabajo estable en Asturias en 50 millones de pesetas, con lo que con los 120.000 millones que costaría esta autopista se podrían generar 2.000 empleos fijos en las dos poblaciones que se beneficiarían con la autovía, Cangas del Narcea y Degaña. Es decir, se acabaría con el paro (y más) en una zona que en su conjunto no alcanza los 20.000 habitantes. Por ello estoy plenamente convencido de que para los habitantes del lugar sería mucho mejor que nos planteasen invertir una parte de esos 120.000 millones en mejorar la carretera desde La Espina a Cangas del Narcea, que es donde realmente hay tráfico, con carriles de adelantamiento, mejora de curvas, etcétera, y el resto gastarlo en la comarca en proyectos ligados a sectores con futuro, como son el turismo de naturaleza y la industria forestal sostenible, que generan empleo, riqueza y crecimiento estable al conjunto de la población, y no las grandes obras de cemento y hormigón que a las únicas que realmente les crea riqueza es a las constructoras.
Sinceramente, creo que esta opción resultaría mucho más interesante que la de una autopista de dudosa necesidad.
Otra cuestión que no alcanzo a entender muy bien es por qué los sindicatos mineros y los partidos políticos se niegan a invertir esos millones en otra cosa que no sea la autopista de La Espina a Ponferrada. ¿A qué se debe ese entusiasmo de los sindicatos y los partidos por invertir miles de millones en este tipo de obras?
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