jueves, 25 de febrero de 2010

Caput, urogallo


Es una reliquia con plumas de pavonear la estampa, es un fósil con patas que canta con repiques de gollete y sonoros carraspeos de impaciencia, es una joya natural que pobló todos nuestros nortes cantábricos donde los bosques invitan a los acebales a merendar con ellos, es un milagro natural que anda ahora atrincherado en sus últimas barricadas de robledal y hayedo, es... el urogallo... el pajarón que en la reserva de Ancares abatía de un cartuchazo un gobernador civil o un ministro, mientras el peñón de guardas peloteros allí congregado le reía la hazaña cinegética aplaudiendo y alabando la certera puntería de su excelencia... gran trofeo, don Manuel.

Hoy esa estampa sería un crimen con chirona y pena severa; la ley protege al urogallo; ¿pero será suficiente?, ¿le protege ayudando o le deja a su suerte?... ¿quién no teme la desoladora irrupción en su último hábitat de las tropas energéticas del tendido, de los molinos en procesión, de las pistas con terraplén y de sajaduras o extracciones?...¿y quién tiene la certeza de que el furtivismo, el desprecio o la ignorancia no siguen campando en su daño?... ¿quién aseguraría que no hay todavía cazadores nerviosos, garrulos de montería o voraces de morral que, sin pensárselo dos veces, dispararían a un urogallo hasta con postas si les saliera al paso?... Ya conocí yo hace algunos años a un cazador babayo que regresaba de batida solitaria por el soto del Bernesga, a la altura de Cuadros, y venía ufano por la carretera con algo de bulto colgando en bamboleo de su percha; desconocía el tipo qué puñetas exactas había matado, de qué ave se trataba, y resultó ser la única garza imperial que he visto en mi vida en estas riberas leonesas... y tuvo que ser muerta.

Hoy mismo, en montes de Cepeda y Omaña se entra a cazar con picha tiesa de aspa eólica y excavadoras abriendo virginidades con su estrépito y espantos. Estos lugares, con los cantaderos del Sil, son la última zona fuera de reserva donde sobrevive el urogallo leonés, «el más meridional de todos los urogallos» y, según la ciencia, «el más raro del mundo». Los biólogos leoneses han denunciado el gravísimo quebranto de ley y razón; como si nada; ni les escuchan. Ven mañana aquí mismo a poner la oreja. Es una orden.


CORNADA DE LOBO | PEDRO TRAPIELLO

2 comentarios:

Alto Sil dijo...

Bravísimo Pedro Trapiello.

Urogallo, descansa en paz. Es lo único que podemos decir.

Ojalá pudiéramos decir que los culpables de su muerte no van a descansar nunca en paz. Pero, ¿con qué medios contamos? Si la Justicia es Injusticia, ¿a quién le pedimos que haga justicia? Si no fuéramos gente pacífica, ya habríamos recurrido a otros medios...

Pero el problema es que somos gente pacífica, y por eso no nos hacen ni puñetero caso. Y encima ellos, los que no son pacíficos, nos insultan y nos vejan. ¿Puede haber mayor mierda que esto?

Rutinas Varias dijo...

Además de todo lo que habéis dicho es que creo que la población de pueblos de la montaña no es consciente de lo que realmente significa.

Tengo amigos que viven en la montaña y que pertenecen a una asociación (no diré el nombre) cuyo objetivo es la conservación y el desarrollo de una de las zonas de montaña de esta zona y están a favor de las aspas de forma controlada (como si pudieran controlarse), que están a favor de una matanza del lobo porque según ellos el lobo es el culpable de la disminución del corzo, que están a favor de esas "carreteras" que han hecho en el trazado de La Mirada Circular, etc. podría seguir contando más cosas, etc.

Si gente como ésta opina esto, probablemente el resto de la gente no opine nada, ese es el problema.

Creo que los que verdaderamente somos conscientes de esta catástrofe, además de ser pacíficos somos pocos.

PD. Por cierto, el fin de semana pasado (27 de febrero), avisté una garza imperial en tierras astorganas.

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