viernes, 10 de octubre de 2008

«... home, es que todo aquello está orientado al turismo, y aquí vivimos de las canteras».

A ESGAYA

Cuestión de amor propio

EMILIO GANCEDO

Diario de León
10/10/2008

EN LOS VIAJES por Centroeuropa (Alemania, Austria, Suiza, noroeste de Francia) solemos abrir mucho los ojos.Fijáos que cualquier paisano nuestro que va por allí regresa diciendo: «Qué bien lo tienen todo, qué curiosín, oye, con cuántas flores, y qué limpio, no hay pintadas, ni un papel por el suelo... hasta en el pueblo más pequeño». Ante estas declaraciones, uno no puede por menos que concluir la sorprendente incapacidad que demuestra nuestro pueblo para aprender cualquier cosa positiva y el extraordinario talento que tenemos a la hora de hacernos con las soluciones más retorcidas, la manera de estafar al prójimo más y mejor y los modos más duraderos de engarfiarse a la ayuda pública o de anudar complejas redes de amistad mafiosa con las que seguir chupando del bote.A uno con el que hablaba de lo hermoso de todos aquellos lugares, y que concretamente era cabreirés, le decía yo que algo deberíamos aprender de ellos, a la vista de nuestros devastados pueblos, sepultados bajo un alud de asfalto uniforme e invadidos por extraños y feísimos bloques de pisos o chalets cubiformes que nada tienen que ver con nuestras casas de adobe, piedra o losa, cada vez más en peligro de extinción. A los ayuntamientos todo esto parece que les da igual, puesto que pocas veces se impone una multa o se paraliza una obra por causa de este duradero y horripilante paisaje rural envenenado con lo peor del urbano. La cosa es cobrar. O hacer obra pública de la manera más rápida, fácil y tosca posible, y seguir tirando p'alante. Muchas veces aplico (con la imaginación) la política de pulcritud, de hermosura, de respeto a los materiales y a las formas, de aquellos países, a León: una tierra llana de adobe, teja y sebe; una montaña de piedra y corredores de madera, todo sin uralitas, bloques ni telares. Y no es sólo cuestión de dinero. Es de sensibilidad. La crisis que tenemos, que hemos tenido siempre, es de mero amor propio. Por cierto que aquel hombre me replicó: «Pero home, es que todo aquello está orientado al turismo, y aquí vivimos de las canteras». Toma respuesta.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails
 
Powered by Blogger