miércoles, 8 de octubre de 2008

El dinero del viento enriquece, pero ¿a quién?


UN NEGOCIO DE MIL MILLONES, QUE APENAS DEJA UN 10% EN GALICIA.

Poco más del 5% de la potencia eólica instalada es gallega y, de lo que factura la industria asociada, solo un 30% queda en la región.

Uno de cada cuatro euros que ingresa la industria eólica española sale del viento gallego. Desde 1995 hasta hoy, la comunidad autónoma sembró su territorio con cerca de 130 parques donde giran algo más de 3.500 molinos capaces de extraer por encima de los 2.603 megavatios de potencia. Los aerogeneradores clavados en territorio gallego generan 6.000 gigavatios hora de electricidad. Galicia es ya el segundo mayor productor europeo de esta energía renovable y el quinto mundial. Por las provincias de Lugo y A Coruña cruza uno de los cinco mejores corredores del viento de todo el planeta. El viento es el petróleo gallego. Pero apenas un 10% del negocio se queda en la región.

1 ¿Qué significa el negocio eólico en Galicia? Todos los parques eólicos instalados en la comunidad autónoma generan una facturación aproximada de mil millones de euros al año. La inversión efectuada por los 37 adjudicatarios de potencia eólica desde 1995 hasta hoy han invertido del orden de 4.000 millones de euros en la puesta en marcha de los parques y en el tejido industrial asociado a los mismos. Una malla de 17 industrias fabrican palas y fustes para los molinos. Otras se encargan del mantenimiento de las instalaciones. La Xunta prevé que la región presuma de 6.500 megavatios eólicos en funcionamiento en el horizonte del 2013. Para entonces, la facturación del sector debería superar los 3.000 millones de euros.

2 ¿Cuántos parques están en manos gallegas? Realmente pocos. Apenas un 5,1% de la potencia instalada está siendo explotada por empresas radicadas en Galicia (ver gráfico). En 1995, la Xunta adjudicó los primeros parques. Aunque empresarios gallegos recibieron potencia eólica, la falta de control en el sector provocó la reventa de gran parte de las licencias y reportó lucrativos beneficios para muchos concesionarios que ni siquiera comenzaron las obras de instalación de los parques. Al final, las grandes operadoras se hicieron con la mayoría del negocio gallego.3 ¿Qué parte del negocio se queda en Galicia? Se trata de la pregunta más controvertida del sector. Las compañías sostienen que un buen trozo del pastel se queda en Galicia. Pero estudios realizados por la Xunta y por agentes externos como la Universidad no son tan optimistas. De acuerdo con estas investigaciones, apenas un 10% de los ingresos de los parques y su industria asociada quedarían realmente en la comunidad autónoma. Los ingresos de los parques entran en la caja de las empresas, radicadas en un 95% fuera de Galicia. Y las 17 industrias del sector asentadas en Galicia fabrican palas, torres y algunos equipos eléctricos de los aerogeneradores.

En total, el 41% del equipo básico. Pero eso no significa que Galicia ingrese el 40% del coste total. Los materiales utilizados tanto en las palas como en las torres llegan del extranjero, y suponen casi la mitad del precio final de estas piezas. Apenas el 22% de lo que cuesta un aerogenerador termina en los bolsillos gallegos. Y la inversión en el montaje de los parques aporta otro 9%. En total, Galicia se lleva apenas un 30% del negocio de la industria auxiliar.4 ¿Qué beneficios generan los parques eólicos? La eólica es la energía más rentable entre todas las renovables, según los especialistas del sector. Con un buen nivel de horas de viento, como el que genera la comunidad gallega, una vez amortizada la inversión inicial, los beneficios de los parques de aerogeneradores son sustanciosos.

El precio estándar de un molino de viento ronda el millón de euros, contando los costes de instalación. La vida de estos gigantes ronda entre los 15 y los 20 años. Algunos expertos en la energía eólica han llegado a calcular que, a pleno rendimiento, un parque puede generar 0,30 céntimos de euros de beneficio neto cada vez que un aspa del molino da una vuelta completa. En Galicia sigue pendiente la repotenciación, es decir, el cambio de molinos viejos por otros tecnológicamente más avanzados.

¿Qué coste supondría desmantelar todo un molino eólico, en el caso de que se descubriera que podrían ser inútiles en la producción de energía efectiva, para un país?... (Enlace a un informe en francés, que revela unas sumas de dinero astronómicamente inviables...)Según el presupuesto, son 900,000 € más IVA , más lo que puede cobrar el departamento de tráfico (impuestos por transporte) - o sea un total de 1 millón de Euros para un aerogenerador de 3 MW. No sería mucho menos para turbinas más pequeñas, porque igual se necesitan 3 grúas y una prensa de cizallar para metal. Se reducen los costes de forma progresiva, si se trata de desmantelar varios aerogeneradores en el mismo paraje.

Ahora mismo, la capacidad máxima instalada en Galicia es de 2 megavatios. En el mercado hay ya molinos capaces de extraer del viento hasta 5 megavatios. Las empresas están esperando para acometer esta inversión al concurso eólico de la Xunta. Pretenden que Industria les permita instalar más potencia aprovechando los parques actuales y las nuevas máquinas capaces de generar más electricidad con menos aparatos. El conselleiro ya ha dicho que esta fórmula no solo será posible sino que será estimulada.

5 ¿Qué está en juego en el nuevo concurso de la Xunta y quiénes jugarán? Se adjudicarán 2.325 megavatios (equivalentes a casi 2.000 molinos) para llegar a 6.500 megavatios instalados y en funcionamiento en el año 2013. Los grandes operadores del sector preparan sus ofertas para hacerse con nueva potencia. Varias multinacionales ya han anunciado a la Xunta su intención de entrar en el concurso. Y una docena de grandes empresarios gallegos ultiman estos días nuevas sociedades con las que entrar en este apetecible sector: Manuel Jove (ex Fadesa), Cortizo (Aluminios Cortizo), Manuel Añón y Epifanio Campo (Grupo Añón) integran Gaelsa, una nueva sociedad volcada sobre la eólica. Tojeiro (Gadisa), Gómez Franqueira y José Luis Suárez (Copasa) han fundado Andavia, otra sociedad creada para el concurso del viento. Amancio Ortega y Rosalía Mera (Inditex) barajan invertir en el sector. Empresarios del naval, como José Alberto Barreras, Armón, Antonio Vidal o Ceferino Nogueira, también. Jacinto Rey (San José) acudirá en solitario al concurso. Y otros empresarios del sector de la piedra o la conserva miden igualmente sus opciones.

Miguel Á. Rodríguez - REDACCIÓN.
La Voz de Galicia.6/3/2008

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