domingo, 6 de septiembre de 2009

“¿El PSOE quiere pasar a la historia por ser el verdugo de la montaña leonesa?”

Julio Lago asegura que los datos concluyen que no hay ningún déficit
en la red eléctrica nacional. M. MARCOS

El profesor Julio Lago aporta en esta entrevista datos oficiales de Red Eléctrica Española y del Gobierno que contradicen la supuesta necesidad energética de acometer la línea de Sama-Velilla

Julio Lago. Profesor titular de la Universidad de León

Estefanía Niño / León
LA CRÓNICA DE LEÓN / Domingo, 06 de septiembre de 2009


Julio Lago es profesor titular de Economía Financiera de la Universidad de León. Además, ha estudiado en profundidad el proyecto de Red Eléctrica de construir una línea de alta tensión entre Sama de Langreo (Asturias) y Velilla del Río Carrión (Palencia) a través de las montañas de León. Los datos oficiales, tanto de la propia Red Eléctrica como la planificación energética del Gobierno de Rodríguez Zapatero, se contradicen con la supuesta necesidad de acometer esta nueva infraestructura energética. Ciudadanos, agrupaciones, plataformas, colectivos e incluso los partidos políticos de León se han sumado a este masivo rechazo a la construcción de la Sama-Velilla. El profesor Lago entiende que este rechazo está totalmente justificado y que la razón se encuentra del lado de los opositores, aportando a esta afirmación datos oficiales que demuestran que el país tiene una capacidad de generación de 91 millones de kilovatios frente a un consumo instantáneo que roza los 40 millones, aproximadamente.

Red Eléctrica Española (REE) defiende esta línea entre Asturias y Palencia alegando el interés nacional. Los opositores, ciudadanos, asociaciones y a una mayor escala el Movimiento Cívico aseguran que existen datos, de la propia empresa, que contradicen esta supuesta necesidad. ¿Qué clase de evidencias, de datos reales u oficiales apoyan este masivo rechazo al proyecto?

Las nuevas tecnologías permiten conocer a tiempo real la producción y el consumo energético. Muestra de ello es la página web de Red Eléctrica Española, donde los usuarios pueden conocer segundo a segundo el consumo y producción. La electricidad no se puede almacenar, simplemente se produce lo que se consume, el consumo instantáneo del país tiene una capacidad de generación de 91 millones de kilovatios. Se trata de un holgado margen para abastecer la demanda, si tenemos en cuenta que el momento de la historia del país en el que más energía se consumió fue el 17 de diciembre de 2007, llegando a un consumo instantáneo de 46 millones de kilovatios.
Por otro lado, y siguiendo con datos oficiales, en la intervención del ministro de Industria, Miguel Sebastián, en el Congreso de los Diputados en julio de 2009, éste reconoce que España tiene un exceso de capacidad instalada y que cuenta con la suficiente para atender a la demanda del consumo instantáneo. Además, en el propio modelo energético del Gobierno, en uno de los puntos, dice textualmente “acercar la generación a los puntos de consumo”. Las inversiones deberían realizarse allí, en las regiones que presentan este déficit, que son Madrid, Cataluña, el País Vasco, la Comunidad Valenciana y Cantabria.
En el informe de REE sobre el Sistema Eléctrico Español, en el apartado que trata de la calidad del servicio eléctrico, se dice que existe un buen comportamiento de la red peninsular de transporte, por lo que no hay ninguna deficiencia en la mencionada red.
El tendido eléctrico tiene unas dimensiones gigantescas. Las torres equivalen a un edificio de 20 pisos asentadas cada 400 metros, en un total de 120 kilómetros de tendido, 80 de ellos a través de León. Este tipo de instalaciones crea un territorio muerto, empobrece la zona que soporta esa infraestructura. Actualmente, León se está consolidando entre las ocho provincias que más alojamientos rurales capta. El tendido eléctrico colisiona contra esta realidad económica, atraviesa zonas declaradas Reserva de la Biosfera. No hay coherencia en el discurso político que aboga por los paisajes y su protección.

Recientemente, el delegado regional de REE en Asturias y Galicia, Carlos González Patiño, aseguraba que la Sama-Velilla es fruto de un acuerdo entre Asturias, Castilla y León y el propio Ministerio de Industria. Pero, lo cierto es que las distintas fuerzas políticas de la provincia de León ya han mostrado su rechazo a la línea. ¿Qué intereses puede haber detrás de la Sama-Velilla si no existe una necesidad energética? ¿Se trata de una necesidad real o nos encontramos ante un caso de intereses particulares?

Creo que son decisiones políticas que se han tomado entre Asturias y Madrid desde partidos con el mismo signo. Asturias cree que la construcción de 6 centrales térmicas va a darles un estatus económico que ahora no tienen. Están obstinados con la construcción de esta línea cuando los datos avalan todo lo contrario. Asturias, en su planificación económica, pretende que se instalen en su territorio seis centrales térmicas. No tiene sentido, es algo totalmente irracional. Son libres de crecer en su territorio, pero sin ocasionar consecuencias a sus vecinos.

Patiño daba por hecho, en una entrevista concedida recientemente a un periódico asturiano, que la Declaración de Impacto Ambiental que emitirá el Ministerio de Medio Ambiente va a ser favorable al proyecto de Red Eléctrica, ¿no es adelantar demasiado los acontecimientos, o es que se les está agotando ya el tiempo?

Cinco profesores de la Universidad de León, entre los que yo estoy incluido, hicimos unas alegaciones técnicas al proyecto. Los profesores, Francisco Purroy, Arsenio Terrón, Esperanza Fernández y Benito Fuertes, calificaron el Estudio de Impacto Ambiental como de baja calidad, ya que se encontraron 20 deficiencias en él. Estos profesores calificaron el impacto no como moderado, sino como un impacto ambiental crítico, basándose en argumentos biológicos y ambientales. Hay una réplica al estudio de Red Eléctrica en el que se advierte de las deficiencias y de la baja calidad del Estudio de Impacto Ambiental. Se trata de una opinión académica que es preciso tener en cuenta. A estas alegaciones, al igual que a las presentadas por los ciudadanos y asociaciones, todavía no se ha respondido.

En torno al proyecto de la Sama-Velilla se ha formado un oscuro velo, llegando a generarse en torno a él rumores y temores para los ciudadanos, incluso llegando a apuntar a la posible energía nuclear como interés oculto y verdadera esencia del proyecto de Red Eléctrica Española. ¿Tienen un fundamento real estas hipótesis?

En principio no. Recientemente se ha cerrado la central de Garoña y el Plan Energético del Gobierno contempla un cierre progresivo de las mismas. No prevé la construcción de ninguna nueva, si son coherentes con su propio Plan.

Proyectos de similares características han acabado en los tribunales, ¿cree que en este caso también se llegará a ese extremo? Si así fuera, ¿hay posibilidades de que la justicia frene la línea?

De persistir en la idea de llevar adelante este proyecto, la vía judicial surgirá. El Movimiento Cívico es muy firme en su postura, además teniendo la razón de su lado. Con estos razonamientos, y los datos oficiales puestos en la mano de un juez, al igual que está pasando ahora con los parques eólicos y se está frenando este tipo de actuaciones, podría obtenerse una respuesta satisfactoria.

Más de 27.000 alegaciones, solo en la provincia de León, muestran el contundente rechazo ciudadano a la línea eléctrica. ¿Cree que la ciudadanía tiene el poder suficiente para frenar con su oposición un proyecto energético de esta envergadura? En este caso, ¿cree que la participación de los ciudadanos leoneses es clave para el desenlace de esta línea?

Por supuesto. Si la opinión pública se conciencia, esto a la clase política le llamará la atención. No se puede ir contra la voluntad popular cuando este rechazo está fundamentado. No es una postura bucólica ni soñadora, está argumentada por las consecuencias ambientales y es energéticamente innecesaria. Es cierto que de aquí a cuatro años la situación puede cambiar, pero basándose en las directrices del Gobierno, hay que acercar la producción a las zonas con déficit de energía.
Que los ciudadanos reflexionen y piensen lo que supuso el cierre del embalse de Riaño en 1987. El declive de esa montaña empezó ahí, y fue una decisión tomada por el PSOE, entonces presidido por Felipe González. En el año 1991 se inició la crisis del carbón, Sabero fue la primera víctima y después llegaron las cuencas de Ciñera y Matallana, Laciana y El Bierzo. En la zona de Riaño esta crisis contribuyó a agudizar más el declive, y también había un gobierno socialista. La pregunta es, ¿el PSOE quiere pasar a la historia por ser el verdugo de la montaña leonesa?, ¿dónde están las 83.000 hectáreas de regadío que se iban a crear en el sur de León?, y ¿el vergel de Sahagún?
El diputado leonés José Antonio Alonso ha expresado que está línea no podía salir adelante, ¿qué está haciendo?. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, en febrero de 2009 en León, dijo que la línea no se haría sin el consenso con los ayuntamientos afectados, y los ayuntamientos no quieren saber nada de este proyecto, no quieren ni oír hablar de él. Y por último, dirigirme al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, y decirle si esta es la clase de desarrollo que iba a traer a León.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Magnifica entrevista del profesor Lago, clarito clarísimo, y sin pelos en la lengua.
Muy bien profesor no todos defienden León así.


leonesa

Valles de La Tercia y Arbas dijo...

Mi enhorabuena también para Julio Lago que, una vez más, deja claro, clarísimo (aunque algunos no quieran enterarse) la innecesaria contrucción de este despropósito llamado Sama-Velilla.

Un saludo.

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