jueves, 11 de noviembre de 2010

Librán: antes de que sea tarde


He vuelto a Librán. Quería despedirme de los alimoches, desearles buen viento hacia África. Estoy sentado en un risco sobre el río Primout, los pies colgando en una caída a plomo apabullante. El cielo azul, el gris y rojo de la cuarcita, los verdes del bosque, el blanco de la espuma de los rabiones componen un cuadro colorido y salvaje.

Este minúsculo cañón es en sí mismo grandioso. Concurren en él tantos elementos valiosos hoy para la humanidad, de tipo cultural y diversidad biológica, que ya debería gozar la máxima protección. La realidad palpable nos apea rápidamente de las nubes, nos indica que aquí la biodiversidad está salvaguardada tanto como pueda estarlo dentro de un coto privado de caza, rodeada de repoblaciones forestales monocultivo que quizá ardan para ser repobladas de nuevo y vueltas a quemar y a repoblar. Para más inri, se cierne la truculenta amenaza de una eólica. De poco sirve que las pinturas rupestres de este peculiar rincón hayan sido declaradas, qué menos, Bien de Interés Cultural, si ello conlleva su degradación. Porque degradar sería, más que proteger, habilitar en un entorno natural intacto un acceso rodado para vehículos hasta los enclaves arqueológicos y parapetarlos tras rejas. Algo así como sacarle al prójimo todas las muelas sanas para prevenirle caries.

El mayo activo económico actual y futuro de Librán-Pardamaza, es el ímpetu de su naturaleza agreste, casi virgen. Tenemos el deber de preservarla a toda costa para las venideras generaciones, las tan manidas y desheredadas venideras generaciones, porque nos quedan ya muy pocos lugares así, especialmente en el Bierzo. Fácil logro para las instituciones establecer en Librán un centro de interpretación, que además crearía puestos de trabajo, para informar sobre lo concerniente a sus montes, con réplicas a tamaño real de algunos abrigos rocosos con pintura esquemática, como el Furacón de los Mouros. Así se fomentaría, por ejemplo, la formación intelectual de los miles de alumnos de primaria y secundaria que visitarían el centro concertadamente. Atraería también a un turismo de calidad, ávido de lugares favorecidos por la naturaleza y harto de las chapuzas que envilecen paisajes y paisanajes.

Nuestros humildes recovecos con pintura rupestre merecen respeto, no deberíamos profanarlos. El mismo respeto que les tuvieron las gentes del Neolítico de hace milenios, o el respet o de nuestros abuelos pastores de ayer mismo. La mejor defensa que se les puede brindar es cuestión de cultura, de educación, no de rejas.

Casimiro Martinferre, es un incondicional de la fotografía en blanco y negro, del carrete y de la magia del cuarto oscuro. Desde hace décadas, positiva personalmente toda su obra. Ha escrito dos libros, Aires de xistra y Diario de un montañero, en los que recoge relatos de viajes y fotografías. Parte de su creación figura en el libro Palabras e imágenes para la ecología. La Diputación de León acogió su serie Abesedos y soleíñas del Bierzo, moviéndola por innumerables salas de España. Exposiciones individuales: Instituto Leonés de Cultura, Biblioteca Pública de Bembibre (Casa del Pueblo). Páramo del Sil, Biblioteca Pública de Ponferrada, Sala de exposiciones de Palacios del Sil, Polideportivo de Fabero, Biblioteca de Villafranca, Refugio de peregrinos de Vega de Valcarce, Sala de exposiciones de Candín y Moncloa de San Lázaro y Palacio de Canedo de Prada a Tope (Cacabelos).

4 comentarios:

Dani dijo...

El Cañón de Librán es una de esas joyas desconocidas que hay en el Bierzo y que poca gente conoce. yo de vez en cuando voy por allí, nunca regreso decepcionado.

Sería una locura poner allí palas eólicas.

Saludos

Anónimo dijo...

el desfiladero de librán siguiendo hacia arriba y empezando por la montaña de las encinas es un lugar SAGRADO QUE NADIE DEBERÍA ATREVERSE A PROFANAR POR SU BIÉN Y EL DE TODOS , al otro lado de la montaña está el otro lado de la moneda espero que algún día vuelva el verde a brotar .

Anónimo dijo...

lo primero es la vida y despues el dinero sin vida NO HAY DINERO QUE VALGA

Anónimo dijo...

EL VIERZO ES UN LUGAR DONDE MÁS PLANTAS MEDICINALES BROTAN

POR ALGO SERÁ

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