La Plataforma para la Defensa de Gistreo manifiesta su sorpresa e indignación por el derribo total en la localidad de Noceda del Bierzo de la conocida como Ermita de Santocristo de la Peralona, que marcaba el límite entre los barrios de San Pedro y de Vega. Una pequeña ermita que era parte de la cultura y ser de la localidad asentada en las faldas de la Sierra de Gistreo, al ser parte importante de la rara configuración urbana de la localidad.
La ermita, en estado de abandono desde hace varios años, sino décadas, había sufrido en los últimos meses un derribo parcial de su estructura. Pero en vez de implicarse y restaurar el patrimonio cultural de la localidad, el Ayuntamiento ha procedido al derribo total del edificio, lo que supone un atentado contra el patrimonio cultural, religioso y etnográfico berciano. La inadmisible actuación del Obispado de Astorga, propietario del edificio, dejando en la más absoluta ruina al mismo debería haber sido contestada de forma contundente por la Administración y no dejar perder patrimonio, en este caso de más valor etnográfico y sentimental que valor artístico. Si ésta es la actitud del Obispado con su patrimonio quizás lo mejor sería que lo cediera a las instituciones para que se ocupen de él.
La solución ante una situación de ruina no es el derribo, sino la restauración y puesta en valor del patrimonio, y es por ello que la Plataforma para la Defensa de Gistreo requerirá a la Comisión Territorial de Patrimonio que informe sobre si esta actuación ha contado con todos los permisos pertinentes. Los ciudadanos no podemos consentir la política de “cómo está medio caída la tiro del todo", el deber de las instituciones es conservar todo el patrimonio para las generaciones venideras, tal y como han hecho nuestros antepasados hacia nosotros. Las instituciones han demostrado una vez más una absoluta insensibilidad hacia la protección de nuestro patrimonio y haciendo una dejadez de funciones durante años que ha tenido como último fin una aberración más contra la cultura berciana.
A esto se une los hechos conocidos del expolio de otra parte del patrimonio de la Sierra de Gistreo, las pinturas rupestres de Librán. Un hecho preocupante y que además podría volver a repetirse al seguir manteniéndose pinturas rupestres en la zona que podrían ser susceptibles de un nuevo expolio, debido a su falta de catalogación. Todo esto confirma que si bien a los políticos se les suele llenar la boca haciendo gala de la protección del patrimonio y de la valorización del turismo rural en la zona, sus hechos les convierten en cómplices de atentados contra el patrimonio, al no poner las medidas adecuadas para que hechos como los de Librán o los de Noceda del Bierzo ocurran, incluso siendo ellos los ejecutores en ocasiones.
Desde la Plataforma para la Defensa de Gistreo solicitamos se den todas las explicaciones públicas necesarias sobre el expolio que está sufriendo el patrimonio cultural y etnográfico de la Sierra de Gistreo, y pedimos que se adopten medidas para que estos hechos no vuelvan a ocurrir de ninguna de las maneras. Una apuesta por nuestro patrimonio debería ser la creación de un Parque Natural en la Sierra de Gistreo y Coto para valorizar todos lo que poseemos y garantizar su legado a las generaciones venideras.
En los medios:
Bembibre Digital, La Crónica de León, Bierzo Diario, Bierzo TV, Leonoticias, Diario de León, Foro Cultural Provincia Bierzo y Patrimonio arqueológico de Noceda.
2 comentarios:
Ciertamente, los bercianos tenemos fama de gente sin civilizar. Pero no tanto como para andar expoliando pinturas rupestres. Hace unos 20 años, se sustrajo un soliforme del Furacón de los Mouros, aunque al parecer no fue propiamente un expolio, ya que el autor se comprometió a restituirlo (la laja con el símbolo estaba suelta y a merced de cualquier guante) cuando se dieran las condiciones de seguridad en el abrigo. Y aquí está el meollo de la cuestión. Temo que para conseguir esa seguridad echen mano de un bulldozer y rajen una pista de acceso hasta las pinturas, las parapeten después tras unos barrotes de hierro, perdiéndose así el espíritu salvaje que aquí mora. La solución no es esa. La solución pasa por más cultura, más educación.
Creo que ya va siendo hora de proteger, rehabilitar, conservar y divulgar nuestro patrimonio, penosamente gestionado desde Valladolid, y que los políticos comprendan que entre las obligaciones de su cargo esta la de, al menos y como mal menor, conservar el legado histórico y cultural que hemos heredado. En el caso de la Ermita de Santocristo de la Peralona, los primeros indicios señalan a un caso manifiesto de infracción en las normas y deberes municipales, además del vergonzante desprecio hacia un patrimonio que es de todos los vecinos de Noceda. En cuanto al expolio en el Furacón de los Mouros, desde la corporación municipal de Toreno jamás se le ha prestado a este conjunto de pinturas rupestres el más mínimo interés, catalogadas en su día por el arqueólogo Felipe San Román, dejándolas abandonadas a su suerte o actuado en el sentido contrario. Para Librán es necesario actuar pronto y decididamente con el fin de blindar todas las cuevas -respetando escrupulosamente el medio natural que las rodea- y fomentar la creación de un centro de interpretación de las mismas en Librán.
Resultaría un gran atractivo para esta pedanía, del que naturalmente todos saldríamos ganando.
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