Parque eólico de Valdesamario-La Lomba
Después de una semana pródiga en noticias eólicas que sembraron mucha inquietud, sobre todo en el ámbito de sector empresarial, al que no parece gustarle nada la nueva situación, anunciando incluso con tomar medidas jurídicas, el panorama del negocio del viento da la impresión de comenzar a despejarse. Por estar en sintonía con nuestros argumentos reproducimos el escrito por Juan Vega en la sección Escandalera de ElComentarioTV. Si por un lado los nuevos vientos invitan a la calma, por el otro andan huracanados.
Datos para entender la gravedad del problema eólico en España y en Asturias
Me piden unos datos de urgencia, para una reunión en la que se va a hablar de la situación real de los proyectos eólicos en Asturias, para entender la gravedad del problema que se ha creado al descubirse el alcance de la burbuja eólica, una vez que se ha sabido que los 10.000 megavatios aprobados la semana pasada por el registro de preasignación del gobierno de Madrid, son en realidad instalaciones que ya están terminadas, y en muchos casos funcionando, y que de ellas ninguna es de las recientemente aprobadas por nuestro gobierno.
Veamos unas cifras, como siempre, si tengo errores, la cosa tiene fácil arreglo, pero llevo meses documentándome, porque desde que empecé a comprender la gravedad de la situación, me di cuenta de que estamos ante un proceso tan bárbaro y suicida como el de la burbuja inmobiliaria. Ahora mismo, y ante una crisis brutal que amenaza a lo que el gobierno considera que es el sector que va a pilotar la recuperación en España, podemos encontrar por todas partes noticias de gobiernos autonómicos mintiendo a sus comisionistas a los que han autorizado parques, haciéndoles creer que es posible que el año que viene entren en el nuevo reparto de primas:
El dato: España tiene más del doble de capacidad de generación de lo que el país es capaz de demandar incluso en horas punta.
Tenemos ya más de 100.000 megavatios de potencia instalada, y de esos 90.000, casi 10.000 se acaban de conceder a proyectos renovables, que a causa de la explosión de estas energías, se han cuadruplicado en los últimos cinco años, pasando de 11.004 megavatios en 2004, a los 21.921 del año 2008, para cerrar este año en 32.005, según los últimos datos publicados por Expansión.
Ni en 2008, ni mucho menos en este año, caracterizado por una espectacular caída de la demanda (la caída llega al 5,2% hasta septiembre, según fuentes de Red Eléctrica de España), la economía española ha superado el récord de 44.876 megavatios de potencia eléctrica que se necesitaron el 17 de diciembre de 2007, de acuerdo con los datos de REE que están abiertos a la consulta.
En los últimos años, en los momentos de demanda máxima de luz en el país, el sistema eléctrico trabajaba a tasas de hasta el 55%. Ahora es muy difícil que entre en funcionamiento el 47% de la capacidad, pues nadie acierta a sugerir cómo puede crecer ésta, y hasta hay quien apunta que la solución estará en el coche eléctrico -¿a qué plazo, de ser ésa la solución- y ese porcentaje se ha reducido, tras la asignación de primas a otros 10.000 megavatios de renovables. Es decir, en estos momentos, parece que lo máximo que entra en funcionamiento supera a duras penas el 40% de la capacidad instalada.
La situación es evidente: ahora mismo Asturias, como Cantabria, Galicia, Extremadura, Cataluña, Canarias, Castilla-La Mancha y otras muchas comunidades, tienen aprobadas instalaciones renovables que tranquilamente pueden alcanzar los 25.000 megavatios, por arriesgar una cifra prudente, que de momento no tienen posibilidad alguna de acceder a las primas, por dos razones: el coste de esas primas, que ya va a producir este año un disparo en el precio de la luz, y la fundamental, porque es tal la cantidad de energía que sobra que ya se habla cada vez con más intensidad de los parones de esos parques, porque no existe red suficiente para evacuar su producción en horas punta. Este problema, obviamente, se va a incrementar de manera brutal, pero es que además, ¿hasta dónde se va a poder financiar el crecimiento del exceso de oferta con dinero público?
Y todavía no hemos empezado a hablar de los parques eólicos marinos, los proyectos de energía maremotriz, y otros que se están desarrollando, que nadie parece saber en qué dirección se encaminan.
1 comentarios:
nosotros pensamos que el impulso a los vehículos eléctricos sí aportarían solución, pero ese impulso ya llega tarde pues los gobiernos ya deberían haber invertido y apoyado más esa iniciativa. Mas información sobre ello en www.prestigeelectriccar.com
un saludo
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