
En todos los paises civilizados y tecnológicamente desarrolados se despilfarra una gran cantidad de energía; una gran parte de este gasto extra e inútil se debe a la iluminación nocturna, ya convertida en costumbre y que está asociada por la mayoría de los ciudadanos como una buena muestra de su calidad de vida. Prueba de ello, como principal ejemplo, es la absurda costumbre de tener prendidas durante toda la noche largos tramos de calles, autovías...